Paz
Paz
Es popular hablar de paz. Hay símbolos que la representan, existen tratados de paz entre las naciones, y se habla de buscar la paz interior.
En la Biblia, la palabra “paz” aparece muchas veces, y no solo significa “la ausencia de guerra”. Es mucho más que eso: apunta a un estado de bienestar general.
En el AT, la palabra hebrea para “paz” es SHALOM. Este vocablo se refiere a algo completo o entero, como una pared terminada, a la que no le falta nada. Así, se describe este estado de bienestar en Job 5:24: “Sabrás que hay paz (shalom) en tu tienda; visitarás tu morada, y nada te faltará”.
Pero la vida es compleja, llena de situaciones en movimiento. Algo siempre se rompe. Y eso destruye la paz. Entonces, la paz necesita ser restaurada.
Es el mismo Jesús quien en el NT usa una palabra griega para referirse a la paz que tiene el mismo concepto de shalom: EIRENE. Cristo dice: “Mi paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27). Fue Jesús quien trajo ese estado de bienestar entre Dios y nosotros (Rom. 5:1 dice que somos justificados por la fe y tenemos paz para con Dios por medio de Jesús), porque él es nuestra paz (Efe. 2:14, 15). Acércate hoy a Jesús para vivir con verdadera paz.
Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del cuarto trimestre de 2019.