¡Oh, sole mío!
Te ofrecemos otro remedio natural y gratuito para vivir mejor: la luz solar. Descubre los beneficios que traerá a tu vida este regalo de Dios para todos.
Cada día su presencia marca el inicio de una nueva jornada. No importa si es domingo, si es feriado, si hace frío o si hace calor. Él siempre está allí, marcando el rumbo de las horas, cumpliendo su deber inexorable, llevando luz y calor a todo el planeta.
Sí, el Sol sale todos los días, y su presencia es indispensable para la vida. Tanto que el lugar en el Universo donde habitamos se llama “Sistema Solar”. Sí, la energía del Sol, en forma de luz solar, sustenta casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, y determina el clima de la Tierra y la meteorología.
¿Sabías que Dios creó el Sol? Vamos a buscar en la Biblia. Está en Génesis 1:16 al 19. En el cuarto día de la Creación, aparece en nuestro planeta esta estrella maravillosa, que sigue alumbrando hasta hoy.
¿Sabes a qué distancia está la Tierra del Sol? Según la Unión Astronómica Internacional, estamos a 149.597.870.700 kilómetros. Más allá de esta inmensa separación, la luz del Sol recorre esta distancia en 8 minutos y 19 segundos.
La luz del Sol trae a nuestra vida múltiples beneficios, como podemos ver en la siguiente página. Pero, además, es bueno recordar que en la Biblia se dice que Jesús es la Luz del mundo (Juan 8:12), y que si lo seguimos nuestra vida no estará en oscuridad, sino que, por el contrario, sabremos qué hacer y cómo conducirnos. Léelo tú mismo: “Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad”.
Que Jesús siempre ilumine nuestros pasos.
Reglas vitales para tomar sol
- Evita la exposición entre las 12 y las 16 horas. Este es el período en el que los rayos ultravioleta son más peligrosos.
- Cubre tu cabeza con un gorro o un sombrero; y tus ojos, con lentes de sol.
- Utiliza protector solar y renuévalo cada dos horas, incluso si es resistente al agua. Recuerda aplicar suficiente protector solar en la parte de atrás del cuello, las orejas y los pies.
- Hidrata tu cuerpo bebiendo agua; y tu piel, refrescándola cada tanto con agua. Recuérdalo.
Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del cuarto trimestre de 2019.
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