Fortnite

Mar 29, 2019 | Editorial

La batalla real por salvar al mundo

“Nunca hubo una guerra buena o una paz mala”

(Benjamin Franklin).

“Un mapa con varios jugadores que lo recorren intentándose matar unos a otros”. Así me resumió un simpático amigo adolescente de qué se trataba Fortnite, el videojuego que hace furor en el mundo y acumula cada día premios y reconocimientos, así como más usuarios y fanáticos. El juego combina la habilidad para moverse con el pensamiento estratégico, la táctica, el diseño, el ingenio y la creatividad.

“Para no morir, se pueden formar equipos, conseguir armar y hacer construcciones para defenderse”, continúa mi amigo. “El juego comienza con la llegada de todos los jugadores a una isla y termina cuando solo queda vivo uno (o un equipo)”.

Jugar para vivir. Jugar para no morir.

La Biblia habla de una guerra más antigua que la del Fortnite: la batalla entre el bien y el mal, que comenzó con Lucifer en el cielo y luego se trasladó a esta Tierra. Entre ella y el mencionado juego de moda, hay semejanzas y diferencias:

  1. Hay un mundo que salvar: en el juego hay muchos personajes, al igual que en el gran conflicto cósmico entre Dios y Satanás. Sin embargo, hay un héroe que (a diferencia del Fortnite y distante de toda lógica) elige morir en la cruz para salvarnos a todos: Jesús (Juan 3:16).
  2. Hay un avatar que representar: cada jugador de Fortnite elige un seudónimo y se le asigna un avatar; es decir, un personaje que lo identificará en todas las partidas. Satanás es un experto en disfrazarse de ángel de luz para engañarnos (2 Cor. 11:14). Nosotros, por nuestra parte, debemos ser auténticos cristianos, sin máscaras, caretas ni engaños.
  3. Hay que planificar: tanto en la vida espiritual como en Fortnite, no es posible obtener logros sin planificar. Piensa en la historia que contó Jesús en Lucas 14:28 al 32. Nadie construye una torre ni va hacia una guerra sin hacer los correspondientes cálculos. “Quien fracasa en planificar planifica fracasar”, dice una frase popular.
  4. Hay que definirse: tanto en Fortnite como en la guerra contra el pecado, no existe la neutralidad. “Nadie puede servir a dos señores” dijo Jesús (Mat. 6:24). Y también agregó: “El que no está a mi favor, está en contra mía; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Mat. 12:30).

Que Dios te dé cada día la fortaleza para elegir lo correcto y ser un triunfador en esta gran disputa universal. Tu vida eterna está en juego.

Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del segundo trimestre de 2019. Escrito por Pablo Ale, Director de la revista Conexión 2.0

1 Comentario

  1. Juana

    MUy interesante

    Responder

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