“A menos que creas que el futuro puede ser mejor, es poco probable que asumas la responsabilidad de construirlo” (Noam Chomsky).

Aquella reseña que comentaba esa serie estaba muy bien escrita. Realmente, el crítico de espectáculos entendía cómo funcionaba la argumentación y la retórica. Las oraciones y las explicaciones estaban muy bien orientadas. Pero, de repente, apareció un subtítulo movilizador. Decía: ¡Spoiler alert! Con toda honestidad, el autor avisaba a los lectores lo que pasaría: de allí en adelante, se contarían detalles de la trama del film. Detalles que, tal vez, alguien que no vio la serie quisiera no saber.

De eso se trata un spoiler. Es la explicación de algún aspecto importante de una película, libro, programa de televisión, etc., que a una persona que lo desconozca le puede resultar molesto. Evidentemente, la palabra viene del inglés spoil, que significa “estropear”, o “arruinar”. ¿Te “spoliaron” alguna vez el final de tu serie favorita o alguna noticia que aún no se tenía que saber?

A Dios también le gusta hacer spoilers. Pero, a diferencia de algún comentario malintencionado, todo lo que él nos anticipa es para nuestra felicidad. Bien podríamos llamar spoilers a las profecías bíblicas. Ellas nos revelan lo que sucederá. 

A Dios le encanta comunicarse con nosotros, y lo hace por medio de sus profetas: “Nunca hace nada el Señor sin revelarlo a sus siervos los profetas” (Amós 3:7, DHH).

Por otra parte, Dios no anda con vueltas ni te esconde cuál es el plan para tu vida. Sin embargo, hay cosas que deben quedar claras: “Hay cosas que no sabemos: esas pertenecen al Señor nuestro Dios; pero hay cosas que nos han sido reveladas a nosotros y a nuestros hijos para que las cumplamos siempre: todos los mandamientos de esta ley” (Deut. 29:29, DHH).

En este número hablaremos sobre las profecías. Estas nos muestran cómo será el futuro y qué es lo que sucederá. Satanás es el gran arruinador del Universo. Más allá de lo atractivas que parezcan sus tentaciones, seguir su camino estropeará tu vida. Por el contrario, el mensaje de la Palabra de Dios te dará auténtica dicha, ya que “este mensaje es como una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que el día amanezca y la estrella de la mañana salga para alumbrarles el corazón. Pero ante todo tengan esto presente: que ninguna profecía de la Escritura es algo que uno pueda interpretar según el propio parecer” (2 Ped. 1:19, 20).

Te desafío a leer y estudiar los spoilers de Dios.

Este artículo es una adaptación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del tercer trimestre de 2022.

Escrito por Pablo Ale, pastor, periodista y director de Conexión 2.0.

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