Consejos para vivir mejor

Consejos para vivir mejor

Consejos para vivir mejor

La ciencia ha demostrado que todo lo que afecta a la mente también repercute sobre el cuerpo. Y viceversa. Por eso, a fin de cuidar mejor nuestra salud debemos dedicarnos a ella en todas las áreas; es decir, de manera integral.

Es simple, es fácil, es accesible. Te presentamos las primeras cuatro maneras de tener una mejor salud.

Aliméntate sanamente

Evita las comidas que puedan perjudicar tu organismo e ingiere con moderación los alimentos que son beneficiosos. Te recomendamos la alimentación vegetariana, rica en fibras y nutrientes encontrados en los alimentos integrales.

Bebe agua

Este es un líquido vital. El agua es esencial para transportar alimentos, oxígeno y sales minerales; además de estar presente en aquello que se elimina, como el sudor y las lágrimas, en el plasma sanguíneo, las articulaciones, los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso, en la orina y la piel.

Respira aire puro

Es fundamental buscar lugares donde haya ventilación y que el aire que se respire sea lo más puro posible.

Pasa tiempo al sol

Sí, sabemos que estar expuesto al sol mucho tiempo y en ciertas horas puede ser un problema. Pero una exposición moderada es muy útil y necesaria. Sal al aire libre y disfruta del sol. Abre las ventanas de tu habitación y deja que el sol entre en tu cuarto.

Y estos son los primeros cuatro remedios naturales. Encontrarás los otros cuatro en la revista impresa. Comenta debajo cómo te ha ido al aplicar estos consejos.

El win-win

El win-win

El win-win

“Soy más grande, por eso tengo razón”.

“Cuando tengas mi edad, podrás hacer lo que quieras”.

“Mientras vivas bajo este techo, las cosas son así”.

Todos hemos escuchado esas frases de parte de nuestros padres, ¿verdad? Esas y otras. La mayoría de las veces fue luego de una pelea, un desacuerdo o, simplemente, cuando quisimos pedir permiso para hacer algo que ellos no aprobaban.

¿Quién tiene la razón? ¿Los padres o los hijos?

Bueno, en realidad esa pregunta no es la que importa. Es decir, aquí no se trata de ganar o perder, de quién tiene la razón y quién está equivocado. La pregunta realmente importante es ¿por qué no nos entendemos? ¿Por qué simplemente no podemos hablar sin pelear?

La Biblia dice que debemos estar en paz con todos, en cuanto dependa de nosotros (Rom. 12:18). Entonces, nuestra meta debería ser esa. Es interesante, porque ese consejo escrito tantos años atrás por Pablo es muy actual para la resolución de conflictos hoy.

La tendencia o la meta cuando hay un conflicto es lo que llamamos el win-win, es decir, “ganar–ganar”; que ambas partes salgan victoriosas.

Observa los siguientes consejos. Encontrarás más información de cada uno de ellos en la revista impresa.

1. No levantes la voz

2. Respeta el tiempo de habla del otro

3. Trata de comprender a la otra parte

4. Reconoce tus errores y discúlpate

5. Busca acuerdos, no conflictos

¿Promesas olvidadas?

¿Promesas olvidadas?

¿Promesas olvidadas?

¿Te han hecho promesas que no te cumplieron? A mí, sí. Muchas. Crecí como todo niño que cree en las promesas, como cualquier jovencito que se ilusionaba con una palabra. Confié en sonrisas; me creí el “Solo será por un tiempo”, el “No volverá a pasar”, o también el famoso “Te llamaré”.

No conozco tu experiencia diaria ni las páginas que conforman tu pasado. Puede ser que te hayan fallado muchas veces, y puede también que tú hayas fallado muchas veces. Las personas hacen promesas casi a la misma velocidad con que producen basura, sin importar el impacto que esas palabras causan en los demás.

Lee la historia de José en Génesis 39 al 41.

Mirando por la ventana, como esperando algo del horizonte, José debió sentirse decepcionado al ver que el tiempo transcurría y el copero del rey no cumplía su promesa. Al recibir de José el significado de su sueño y la certeza de que sería restituido, este servidor del palacio acordó ayudarlo, hablando con Faraón para que fuera liberado de la cárcel.

Es fácil entender a José cuando te dicen, luego de una entrevista de trabajo, que se comunicarán contigo; o que en una propuesta de negocio tú saldrás ganando; que las cosas van a cambiar o que no te volverán a fallar. Pero, una y otra vez nos damos cuenta de que la gente nos engaña. ¿El resultado? Dejamos de creer. Ya no creemos en promesas, ni confiamos en la palabra de nadie. Ya no creemos en el amor, ni en las segundas oportunidades. Y, si por alguna razón alguien finalmente cumple, sospechamos que “hay algo escondido” o una “doble”.

Estoy seguro de que José se sintió esperanzado luego de hablar con el copero, y esperó que este cumpliera su palabra. También puedo entender, mientras lo veo en mi mente, a un José con una larga barba, entregado a la rutina carcelaria y casi al borde de perder la fe. Pienso que, siendo un ser humano como tú y como yo, José oraba mucho; pero también tuvo momentos de ansiedad, tristeza, melancolía y desesperación.

Sin embargo, cuando la noticia de la liberación llegó a sus oídos, José puso a un lado sus rencores, sus temores y sus frustraciones, y decidió confiar en Dios. ¡Y tú conoces el resto de la historia!

Recuerda: estás en las manos de Dios, no en las de los hombres. ¡Confía en él!

Empezar un sueño

Empezar un sueño

Empezar un sueño

Cuando llega el momento de elegir una carrera profesional, nuestros padres, profesores, amigos y familiares suelen preguntar: ¿Qué vas a estudiar?

Seguro que ya te hicieron esa gran pregunta…

Elegir una profesión es una de las decisiones más importantes de toda la vida. No debe ser una decisión apresurada o impulsiva. Sería ideal que puedas darte un tiempo para conocerte, dudar, pensar, conversar y preguntar a los profesionales que ya están trabajando en la actividad que estás pensando elegir.

Algunas estrategias para pensar en quién quieres ser y qué quieres hacer para vivir:

  1. Mantén la calma. Quizás no sepas aún cuál es tu vocación. Te gustan muchas cosas diferentes. Puedes sentirte confundido. Si tus amigos ya decidieron qué estudiar, no te preocupes. Cada uno tiene un tiempo y una historia diferentes.
  2. Conócete. Haz una lista de las cosas que más te gusta hacer. Selecciona las asignaturas que te resultan más fáciles o atrayentes, aunque te cuesten un poco más. Agrega tus aficiones y deportes favoritos. Tus intereses y tu tipo de personalidad son importantes para elegir algo que te apasione y te permita desplegar tu potencial, pero sobre todo, que te haga feliz.
  3. Investiga. Busca en Internet, visita personalmente las universidades y pide información sobre las carreras que te interesan. Descubre todas las opciones disponibles y a tu alcance. Así podrás tomar buenas decisiones.
  4. Prueba. Antes de tomar la decisión final, habla con graduados de las carreras que te interesan, a fin de conocer su experiencia y el campo laboral de cada uno. Con el testimonio que escuches, puedes proyectar cómo sería tu futuro profesional, si realmente te gusta y si te imaginas trabajando en esa profesión.

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jeremías 29:11, versión NVI online).

Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del primer trimestre de 2019. Escrito por Junelly Paz Guerrero, licenciada en Psicología, Universidad Peruana Unión.

¡Andar en rollers!

¡Andar en rollers!

¡Andar en rollers!

Me encanta andar en rollers porque es una forma divertida de hacer ejercicio, de estar al aire libre y de compartirlo con mis amigas.

Además, es una forma agradable de hacer una actividad física; es como un paseo, lo cual hace que el esfuerzo físico sea mucho más llevadero.

Salgo siempre los domingos a la tarde, si el día está lindo. También participé en carreras de 10 kilómetros en rollers, ¡se las recomiendo!

Me encanta andar en rollers porque es una forma divertida de hacer ejercicio, de estar al aire libre y de compartirlo con mis amigas.

Además, es una forma agradable de hacer una actividad física; es como un paseo, lo cual hace que el esfuerzo físico sea mucho más llevadero.

Salgo siempre los domingos a la tarde, si el día está lindo. También participé en carreras de 10 kilómetros en rollers, ¡se las recomiendo!

       Consejos:

  • Utilizar siempre los elementos de protección para evitar lesiones, ya que las caídas con rollers son muy comunes y frecuentes.
  • Elegir un lugar apto para realizar la actividad; por ejemplo, que no circulen autos en el mismo camino y que el piso sea liso.
  • Recuerda que los patines tienen que ser la mitad o un talle más grande que tu talle de zapatos.
  • Para evitar ampollas, hay que usar los patines bien ajustados y con medias, preferentemente hasta la altura del patín.
  • Al andar, los pies tienen que ir bien derechos, a pesar de la tendencia a juntar las rodillas. ¡Esto ayuda a no caerse!
  • Si tienes que pasar por un lugar donde hay “lomas de burro”, pasa con impulso y agáchate un poco para no perder la estabilidad.

Este artículo es una condensación de la versión impresa, publicada en la edición de Conexión 2.0 del primer trimestre de 2019. Escrito por Naila Cheheid, estudiante de Sistemas.